José Quiaragua
Poeta venezolano nacido en 1948. Ha publicado los libros El Escriba y la Luna de Oro, editado por el
Ministerio de Educación; Cantares del Reino, Editorial La Espada Rota; Sol
Reunido, Fundación Editorial el perro y la rana, del Ministerio del Poder
Popular para la Cultura.
Sus poemas han aparecido en: Poesía de Monagas, Bolívar y
Delta Amacuro, FUNDARTE, 1987; Poesía Rebelde en Latinoamérica, Editores
Mexicanos Unidos, México, 1978; Poesía Latinoamericana, Revista Manatí, México,
1976; Antología de la
Poesía Amorosa de Venezuela, Editorial la Espada Rota, 1995.
ARTE POÉTICA
Dame un martillo
Un clavito de la calle Mariño
Que estoy construyendo un mundo
Porque soy renuente a la desgracia
Quiero que camines conmigo por la plaza
Un martes o un jueves entre las trinitarias
Porque soy de San Félix
Donde cada paso tuyo tiene marcas de agua
Y mi hermano derrite lunas en la orilla del
río
Como si friera la vida
No me distraigas de esta lucha
Que no puedo perder
Porque estoy en el Bar Nueva York
Cantando a Pedro Infante
Recordando las huelgas que perdimos
Y el rostro que todavía me persigue
Quiero todo o nada
Porque soy de San Félix
Y esta tierra es mi sol diseminado
En cien generaciones
En tu sueño esparcido por el viento
No me distraigas de esta alegría
Que va río abajo
Chocando con las piedras
NÉLIDA
Página de nada donde
habitas
Se ha colgado de las
puertas
Mañanas manchadas en
los diarios
Senos cortados por la
dicha
Y nadie buscando esa
palabra exacta
Mientras escapas por las letras
Quiero atarte y
sostenerte en taxis
Motos bicicletas
espirituales
Donde nunca has
existido
Juego de dados es mi
Dios
Una pequeña roca que
suda en la memoria
En la avenida llena de
héroes reales
Que toman café cerveza
Mientras cantan las
canciones proletarias
De un mundo pequeño o
grande
Donde ruedo los
zapatos
Bueno bueno decías
Y venía Mary
La Leona y Rita
Y Leila era un festín
Hasta tanto no lleguen
mis amigos
A llevarme a esa parte
del río
Donde ya no habitas
Ni nadas ni tiras a
volar las pantaletas
Entre los peces
Mi pequeña realidad
Mi pequeña leona
Viva y crujiente en
mis dientes de tigre
Dime ¿todavía miras de
esa manera
Cuando mis amigos
vivían y saludaban a las aguas?
Sólo tú eres el
infierno apagado en mí.
CANTO
Rosa Amada me has
regalado
Agua me diste
Liquen sigue el camino
Sol has metido en mi
voz
Porque eres roja y
mezclamos los colores
Rosa Amada es tu boca
Agua eres tú
Hoja que suda
Hacia la nube
Rosa de trigo eres
El lugar más alto eres
Agua en el viento eres
Ala y Casa de la Vida eres
No hay nadie más bella
que tú
No hay brizna más leve
que tú
No hay paisaje más
intenso que tú
Ni ojos de Rupununi
Ni Orinoco a las tres
Ni calle a las once
Ni rostros de Francia
o de Laura
Y eres la luz que vino
del mar
Y eres más altiva que
la orilla del mar
Y eres mujer de tierra
y azúcar antigua
Y eres muchacha de
esta guerra permanente
Y todo parece agua de
los sueños
Y el día y la noche se
juntan
En tus pasos húmedos
de arena
III
Llovía sobre Ciudad
Bolívar
Recuerda
Los carros pasaban
Las luces de los cines
se encendían
Y tú a mi lado
Hablaste hasta
cansarte
De un país de
estrellas
ORGANIZACIÓN
ResponderEliminarA la inolvidable Rosa Vidal
Estuve organizando el cuarto
tratando de recoger
ese montón de palabras
regadas sobre la mesa, en la cama, en el piso
en la computadora, en el celular
en los rincones del suelo
para ver qué me decían
qué me inducían
qué querían que dijera
al terminal de recogerlas
Estuve revisando el cuarto
montando cada palabra sobre palabra
organizando esa Torre de Babel
que no sabía lo que decía
por estar amontonada
unas sobre las otras
discurso sobre discurso
letra sobre letra
Estuve revisando el cuarto
para sacar con las manos, con los dedos
con la pala de recoger la basura
con la pala mecánica de un tractor Caterpillar
ese montón de palabras
colocadas como piso de basura
en un gran basurero metropolitano
y no pude sacar ninguna de ellas
Pedro A. García A.